Marcos era un niño normal. Como todos, iba a la escuela. Allí tenía muchos amigos, entre ellos, con el que mejor se llevaba era con su amigo Manuel, llamado también Manu:
-¡ Hola Manu !
- ¿ Qué pasa, Marcos ? ¿Te has enterado del notición de hoy ?
- Pues no. Venga, cuenta, cuenta - dijo Marcos ansioso por enterarse de lo ocurrido.
- La señorita Amy está mala y han traído una sustituta. ¡ Dice Juan que le ha visto tornillos en la nuca y cables en los pies !
- ¡ Que sí, de verdad de la buena ! ¡ Es un robot !
- ¡ Cuidado que viene ! ¡ Cierra el pico !
- Buenos días - dijo una voz electrónica - ¿ Qué tal estáis ?
- Huy... muy bien gra-gracias, señorita. ¡ Je, je ! Eh... Manu y yo tenemos que irnos ¿ va-vale ?
- Claro - dijo la profesora robot - Nos vemos en clase.
Días después la profesora robot se apagó. Manu y Marcos llamaron al director ¿ Qué habría pasado ? Luego, el director explicó a los niños que ese robot había sido diseñado para sustituir a los profesores. Se había apagado porque la señorita Amy se había recuperado.
"¡Qué cosa tan curiosa!" pensaron Marcos y Manu.
Luego siguieron dando clase y nadie supo más del robot.
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